Jorge Martínez Reverte relata la batalla de Madrid
MADRILEÑOS EN LAS TRINCHERAS
Madrid fue el centro de la guerra. Por eso Martínez Reverte ha recogido en 'La batalla de Madrid' (Crítica), la influencia de las decisiones militares en la vida de los madrileños a pie de calle y en el frente. El libro está escrito en un lenguaje que hace posible acercarse a la realidad de la guerra en la capital y en los lugares como Toledo, Talavera, Illescas o Seseña, que marcaron su inesperada resistencia. Al final de cada capítulo figuran los partes de guerra de ambos bandos.
Cuatro memorias escritas, algunas de ellas inéditas, y doce libros, además de numerosas entrevistas en directo, han permitido a Martínez Reverte hacer una narración global en la que puede sentirse la emoción de los protagonistas, el sufrimiento, la dureza, pero también el heroísmo y la cobardía.
La ciudad dividida
Jorge Martínez Reverte piensa que Madrid vivió la guerra de dos maneras: desde el pánico de los que veían llegar a los franquistas y habían tomado la decisión de resistir con el lema "no pasaran" y desde los que permanecían esperando su llegada. Unos decidieron permanecer en sus hogares a pesar del plan de evacuación y asumieron el lema de comunistas y anarquistas, "no pasarán", ante la inminente llegada del ejército franquista, en cuyas filas se encontraban los moros, que habían acompañado a Franco durante la contienda.
Franco intentó "tomar Madrid", explicó Martínez Reverte, pero no lo consiguió, y a pesar de que el gobierno había salido de la capital, todos sabían que mientras la ciudad no cayera, no acabaría la guerra, de modo que la ciudad se convirtió en "un símbolo". En Madrid unos intentaban sobrevivir a la guerra desde sus casas, como los que esperaban que llegara el ejército sublevado, pero otros salían cada día a la carretera de Toledo y a otros frente, donde caían a centenares.
Bohemia de guerra
La ciudad vive también importantes contradicciones, pues los alquileres bajan a la mitad por decisión del gobierno republicano, pero la carne duplica su precio porque no se consigue si no es en el mercado negro. Más tarde Madrid en su resistencia se llena de milicianos de otras provincias que mueren en su mayoría en el frente, ve partir a los obreros que construyen fortificaciones, y oye pasar a los piquetes que dejan cadáveres en los alrededores. Cuando llega el ejército sublevado a los alrededores, señaló Martínez Reverte, algunos de sus habitantes no quieren irse y a ellos se unen críos como los que rodean al final a los dos militares de los que depende en parte la suerte de Madrid, José Miaja y Vicente Rojo.
Madrid es también la única ciudad española en la que tuvo lugar una "bohemia de guerra", es decir, contar por las mañanas lo que ocurre en el frente en medio de bombardeos y reunirse por la tarde a tomar cockteles en la Gran Vía. En estos cafés, que son servidos por anarquistas, se reúnen también los intelectuales revolucionarios españoles junto a los que han venido de otras partes del mundo como André Malraux.
El Mundo Libro
Madrid fue el centro de la guerra. Por eso Martínez Reverte ha recogido en 'La batalla de Madrid' (Crítica), la influencia de las decisiones militares en la vida de los madrileños a pie de calle y en el frente. El libro está escrito en un lenguaje que hace posible acercarse a la realidad de la guerra en la capital y en los lugares como Toledo, Talavera, Illescas o Seseña, que marcaron su inesperada resistencia. Al final de cada capítulo figuran los partes de guerra de ambos bandos.
Cuatro memorias escritas, algunas de ellas inéditas, y doce libros, además de numerosas entrevistas en directo, han permitido a Martínez Reverte hacer una narración global en la que puede sentirse la emoción de los protagonistas, el sufrimiento, la dureza, pero también el heroísmo y la cobardía.
La ciudad dividida
Jorge Martínez Reverte piensa que Madrid vivió la guerra de dos maneras: desde el pánico de los que veían llegar a los franquistas y habían tomado la decisión de resistir con el lema "no pasaran" y desde los que permanecían esperando su llegada. Unos decidieron permanecer en sus hogares a pesar del plan de evacuación y asumieron el lema de comunistas y anarquistas, "no pasarán", ante la inminente llegada del ejército franquista, en cuyas filas se encontraban los moros, que habían acompañado a Franco durante la contienda.
Franco intentó "tomar Madrid", explicó Martínez Reverte, pero no lo consiguió, y a pesar de que el gobierno había salido de la capital, todos sabían que mientras la ciudad no cayera, no acabaría la guerra, de modo que la ciudad se convirtió en "un símbolo". En Madrid unos intentaban sobrevivir a la guerra desde sus casas, como los que esperaban que llegara el ejército sublevado, pero otros salían cada día a la carretera de Toledo y a otros frente, donde caían a centenares.
Bohemia de guerra
La ciudad vive también importantes contradicciones, pues los alquileres bajan a la mitad por decisión del gobierno republicano, pero la carne duplica su precio porque no se consigue si no es en el mercado negro. Más tarde Madrid en su resistencia se llena de milicianos de otras provincias que mueren en su mayoría en el frente, ve partir a los obreros que construyen fortificaciones, y oye pasar a los piquetes que dejan cadáveres en los alrededores. Cuando llega el ejército sublevado a los alrededores, señaló Martínez Reverte, algunos de sus habitantes no quieren irse y a ellos se unen críos como los que rodean al final a los dos militares de los que depende en parte la suerte de Madrid, José Miaja y Vicente Rojo.
Madrid es también la única ciudad española en la que tuvo lugar una "bohemia de guerra", es decir, contar por las mañanas lo que ocurre en el frente en medio de bombardeos y reunirse por la tarde a tomar cockteles en la Gran Vía. En estos cafés, que son servidos por anarquistas, se reúnen también los intelectuales revolucionarios españoles junto a los que han venido de otras partes del mundo como André Malraux.
El Mundo Libro
1 comentario
Jesús Pueyo Maisterra -
http://perso.wanadoo.fr/jesus.pueyo/ Aquí se pueden descargar gratis mi libro "Del Infierno al Paraíso" hecho sin ánimo de lucro, si no simplemente para dejar testimonio escrito de lo acaecido en Uncastillo /Zaragoza.
Un cordial saludo.
Jesús Pueyo Maisterra