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MEMORIA HISTÓRICA

«La Guerra Civil no fue ni una gesta heroica ni una locura colectiva»

«La Guerra Civil no fue ni una gesta heroica ni una locura colectiva» Enrique Moradiellos analiza en '1936' los mitos por los cuales «las mujeres de la época permitieron que sus maridos e hijos fueran al frente»

Caliente estaba la cosa como para poner un fajín en la portada del último libro de Enrique Moradiellos -'1936. Los mitos de la Guerra Civil'- con esta leyenda: «Contra las mentiras de Pío Moa». El autor se excusa y dice que de él no partió la idea de adornar el volumen con ese mensaje, algo comprensible cuando se lee la obra, que sólo cita a Moa una vez, y de pasada.

Fue el equipo comercial de la casa editora, Península, la que decidió sacar al máximo provecho a la polémica que Moradiellos y Moa, el ex militante de los GRAPO, habían tenido con anterioridad mediante un cruce de artículos. «Sí, el fajín es equívoco y descortés. Pero lo asumo porque no he hecho nada por retirarlo, y lo cierto es que mi visión de la guerra es contraria a la suya».

Según Moradiellos (Oviedo, 1961), no puede decirse que la versión de Moa sea original, a pesar del éxito que ha tenido en los dos últimos años. «Reactualiza con matices la doctrina oficial del franquismo. Gran parte de sus líneas argumentales y de sus pruebas están ya recogidas en la 'Historia de la Cruzada' de Joaquín Arrarás, ocho volúmenes publicados entre 1939 y 1943, y son muy conocidas para quien haya seguido la trayectoria de Ricardo de la Cierva».

El historiador, alumno de Paul Preston, opina que Moa «vuelve al mito franquista de la guerra como un fenómeno inevitable contra un enemigo que estaba contra Dios y contra España, es decir, demonizado y apátrida».

Ese fue uno de los mitos que justificaron la muerte de 300.000 españoles y el encarcelamiento de casi otros tantos. En el otro extremo está el de la guerra como una lucha de proletarios contra burgueses, sostenido por anarquistas, comunistas y socialistas de Largo Caballero, y recogido en el 'Homenaje a Cataluña' de George Orwell.

Un fin superior

Moradiellos utiliza la palabra mito como la forma de justificar una matanza de ese calibre y por la cual «parece justo eliminar al contrario, al vecino, al familiar. Eso se tiene que hacer en base a un fin superior, tiene que estar legitimado para que la mujer permita que su marido o su hijo vayan al frente».

Para el historiador, «la Guerra Civil no fue ni una gesta heroica, como se ha mantenido en los dos extremos políticos, ni una locura colectiva, como se empezó a decir en los años sesenta para propiciar la reconciliación nacional».

El mito que él cree más atinado es el que mantuvieron liberales como Azaña y socialistas como Indalecio Prieto. «La guerra fue entre una democracia socialmente avanzada y una reacción militar que une la tradición carlista, el ideario falangista y el espíritu africanista».

No hubo dos, sino tres bandos, como bien lo supo Unamuno antes que el maestro de Moradiellos, Paul Preston: los fascistas, los liberales y los revolucionarios. Incluso en el nacionalismo vasco hubo también tres vetas, la leal a la República del lehendakari Aguirre, la que sólo pensaba en la independencia y acabó pactando con los fascistas italianos en Santoña y la que, en Navarra sobre todo, se unió con el tradicionalismo carlista.

Para Moradiellos, la Guerra Civil no fue una excepción, o un producto de la violencia fratricida de los españoles. «Desde Hugh Thomas, los historiadores la vemos como una gran fractura social y como el resultado de una crisis de autoridad pública. España no fue diferente al resto de Europa, en el sentido de que hubo un enfrentamiento entre reaccionarios, revolucionarios y los reformistas».

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1 comentario

Josep -

no merece comentario,pero que se lo haga mirar,esto podria ser una degeneración genetica,hereditaria,lo mas importante es que no sea contagiosa por efectos de proximidad,lo cual es probable porque hay muchos