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MEMORIA HISTÓRICA

Una placa recuerda desde ayer a los fusilados en 1936 en Vega de Rengos

Una placa recuerda desde ayer a los fusilados en 1936 en Vega de Rengos La localidad canguesa de Vega de Rengos cuenta desde ayer con una placa de mármol en recuerdo de todas las personas que allí fueron fusiladas en el año 1936, apenas se inició la contienda civil española. Organizado por el Ayuntamiento de Cangas del Narcea y la Asociación de Familiares de Fosas Comunes de Cangas del Narcea, el acto contó con la presencia del alcalde de Cangas del Narcea, José Manuel Cuervo, la concejala de Cultura, Mónica Díaz, el concejal de Medio Rural, Samuel Areces, el presidente de la Asociación de Familiares de Fosas Comunes, Joaquín Rodríguez, miembros del Ateneo Republicano de Gijón,y vecinos y familiares de los fusilados.

En un ambiente puramente republicano, donde se exhibieron numerosas enseñas tricolor, a las doce del mediodía Joaquín Rodríguez, presidente de la Asociación de Fosas Comunes, y Dorita Fernández, allegada de uno de los fusilados, descubrían el monolito, ubicado en la tapia del que fue el antiguo camposanto veigueño, y lugar donde se produjeron los fusilamientos. En el monolito se puede leer la siguiente inscripción: «En honor de las mujeres y hombres de Cangas del Narcea asesinados por la barbarie fascista». A continuación, varios ramos de flores fueron depositados frente al monolito por el numeroso público asistente.

En su intervención, Cuervo señaló que el monolito representa todo un símbolo de dignidad para las personas que allí perdieron la vida en 1936, y se congratuló de que después de tanto tiempo se pueda recordar lo acontecido, desde la convivencia y la tolerancia que actualmente rigen este país. También recalcó que «tarde o temprano la justicia acaba llegando», como ha sido el caso de los fusilados de Vega de Rengos. Para concluir, el regidor cangués espera que «este símbolo», refiriéndose al monolito, «sirva para que las nuevas generaciones se conciencien, y no se vuelvan a repetir actos como los ocurridos en el transcurso de la guerra civil».

Joaquín Rodríguez delegó en Joaquín Álvarez, uno de los represaliados del régimen franquista, su intervención. Álvarez, que no pudo contener las lágrimas, al igual que muchos de los asistentes, quiso destacar sobre todas las cosas el sufrimiento que la guerra ocasionó con los fusilamientos, dejando huérfanos a muchos niños, «a los que luego repudió», como aseguró que fue su caso. «Muchos conocidos y vecinos vivimos señalados hasta la llegada de la democracia, la cual nos devolvió la dignidad que el franquismo nos había robado».

Desde la Asociación de Familiares de Fosas Comunes se agradeció al Ayuntamiento cangués la colaboración en la organización de los actos, al igual que el hecho de que haya sufragado en su totalidad el coste del monolito en recuerdo de los fusilados.

2 comentarios

Anónimo -

Soy familiar de uno de los hombres presentes en esa placa,doy las gracias por el esfuerzo,que nunca se vuelva a repetir

Josep -

que cunda el ejemplo,yo y muchos,nos comformariamos con ver en cualquier cementerio de nuestra localidad,el nombre ,en mi caso el de mi padre,al que no conoci ni me conocio,su nombre en una lapida. Les felicito y envidio su logro.Un abrazo de Josep