A veces sueño, y entonces me siento culpable: los veo a todos, intactos y saludándome, igual de jóvenes que entonces, por que los tiempos no corre para ellos, igual de jóvenes y preguntándome por qué no estoy con ellos, como si los hubiera traicionado, por que mi lugar verdadero era allí; o como si yo estuviera usurpando el lugar de algún de ellos; o como si de hecho yo hubiera muerto hace sesenta años en cualquier cuneta de España o de África o de Francia y estuviera soñando una vida futura con una mujer y unos hijos, una vida que había de acabar aquí, en esta habitación de un asilo, charlando con usted ...

Sara